Esta mañana a las 7.20 ya estaba despierta…Dormí poco…desde las 2…pero tengo cero sueño!…
Corrí la cortina, y me encuentro con un cielo azul maravilloso…observo los techos de las casas vecinas y veo que tienen una fina capa de ceniza volcánica. Ya lo habían anunciado, así que me tomo la presión, 109/51 y 68 pulsaciones por minuto. ¡Bien! Me levanto y lo primero es el puff para andar bien en mi gimnasia a pesar del Caulle y sus cenizas traídas por el viento.
Me tomo la bebida láctea con chocolate, y salgo caminando rumbo al gimnasio. En la esquina espero a María Teresa casi cinco minutos hasta que aparece, y nos vamos conversando ese cuarto de hora por calles casi vacías. Increíble lo tarde que despierta esta ciudad!
La clase se desarrolla con normalidad y buen humor, tanto que no nos dimos ni cuenta cuando había pasado una hora y cuarto, y llegamos al «inspirar y botar con fuerza!» A esa hora ya se notaba el calor ambiente, durante mi descanso de media hora.
Llegó la monitora, y lo primero que hizo fue pesarnos…gran sorpresa, porque tengo 1 kilo de más…¿qué pasó? Yo me cuidé, comí poco en estas fiestas…o eso creía…Feo está porque este fin de semana viene otra fiesta!!
Luego de hacer algunos ejercicios para lubricar las articulaciones, comenzamos la caminata, suavecita al principio, y luego ya más rapidito…hasta controlar un pulso de 90 – 95 por minuto.
Nuevamente algunos ejercicios de estiramiento, y vuelta a la máquina; esta vez con más carga y con subida alternada con camino plano, hasta llegar a 107 – 110 por minuto, durante 20 minutos.
Verdaderamente se notaba el calor ambiente…No funciona el aire acondicionado, y la ventana que se abre, lo hace hacia el interior del edificio; es decir que entra el aire viciado de los primeros pisos…Ya pedimos un ventilador el miércoles pasado, pero la «jefa» es una niña que sólo está sentada ahí, hablando por teléfono o chateando…Por supuesto, fue incapaz de ir a hablar y a pedir los ventiladores que ni siquiera hay que comprar…sólo sacarlos de bodega.
Bueno, luego de esta caminata , hicimos unos minutos de estiramientos y terminamos con 15 minutos de caminata algo más suave.
El calor de la calle era grande al salir, y esos 15 minutos de caminata hacia la casa fueron un sacrificio a pleno sol. Al llegar me tomé un vaso de agua mineral bien helada, para reponer lo perdido y me sentí mejor porque la casa se sentía fresca. Descansé una media hora frente al computador y luego fui a cocinar.
Deja una respuesta