9 – 8 – 7 – 6 – 5 – 4 – 3 – 2 – 1 -¡cero!
Ese estremecimiento fue impresionante; todo vibraba y lentamente comenzó el ascenso, dejando atrás nuestra casa…nuestro hogar…Esos minutos se hacían largos…y nos remecíamos…Esto, aparte de sentirme clavada al asiento, y como si esto fuera poco, sentir que la cabeza me crujía…¡oh! Esta sensación de velocidad que se incrementa, eso de sentir que debía estar con los ojos cerrados…porque si los abría, seguro que se me caerían los párpados! ¿Quéeeee? ¿Y por qué sentí eso? Porque la Tierra me tira…me tira con fuerza… Y seguía vibrando…cuando vi por la claraboya que iba desapareciendo el cielo azul, y en cambio se veía todo negro…¡que raro!
Un remezón fuerte y seco, nos indicó que ya se desprendieron los tanques de combustible.
Raro fue mirar el cielo negro, y luego de un giro, ver mi planeta azul como realmente es!! ¡¡AZUL!! ¡Precioso! ¡Pequeño! Solitario, desvalido, y en eso estaba, con un nudo en el estómago…cuando dejamos de subir, y llegamos a nuestra órbita.
No quería dejar de mirar hacia el exterior, pero las voces por la radio me trajeron a la realidad y con un suspiro, miré los instrumentos y comencé a contestar las preguntas desde Tierra, y a tomar decisiones.
De repente escuchaba cifras, nombres, cifras de nuevo…pero ¿en qué idioma?¿qué dice esa voz por la radio? No podía contestar…¿qué hago?
Miré a mi derecha con expresión de pregunta, esperando que mi compañero de viaje me sacara del apuro, y… ¡no había nadie! El corazón me dio un vuelco, y miré a mi alrededor, pero ¡estoy solaaaaaa! La voz no me salió… sencillamente, quedé muda!
Abrí los ojos, y me di cuenta de que estaba el televisor encendido…y en un canal alemán…
¡Con razón no entendía nada! ¡ja ja ja!
¡Que despertar más entretenido!