Cuando niña, tuve varias intervenciones quirúrgicas y padecí con el famoso cloroformo… ¡Era tan hediondo! Y el despertar: muy desagradable! Con náuseas, vómitos amargos, prohibición de tomar agua para pasar ese mal sabor…Después de varias horas, recién me mojaban los labios resecos con un algodón húmedo… ¡Era terrorífico!
Años más tarde fue con un adelanto fantástico: una inyección metida en el suero, y que me decían que contara hacia atrás…100 – 99 – 98 – 97…zzzzzz Supe que se llamaba pentotal…el famoso “suero de la verdad”…usado en confesiones obligadas…Corrían rumores, y leí en los diarios que una actriz falleció debido a esta anestesia, pero era hasta agradable la forma de dormirse con esta inyección, porque lo primero era una sensación rara en la cabeza, luego llegaba a la boca un sabor raro, y…¡eso sería todo!
El recuerdo del cloroformo me dejó tan marcada, que una vez probé un whisky, y no pude tomarme ese trago tan preciado, pues le encontré sabor al anestésico que detestaba.
Hoy leo un post de Antonio Martínez Ron en que cuenta que un neurocientífico ha mejorado la técnica de la anestesia al comprobar que usando un electroencefalograma puede usar el mínimo de anestesia en un paciente; es decir entre un 50 y un 75% menos de lo que se usa normalmente, ya que hasta resulta divertido el hecho de que una ve que el médico anestesista está controlando la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la temperatura…pero nadie sabía cómo actúa la anestesia a nivel cerebral!
Al leer esta noticia, recordé el efecto en mi cerebro…esa sensación extraña, como un crujido, una vibración…
Bueno, este neurocirujano del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), Emery Brown se puso a investigar para poder entender qué sucede con exactitud en el cerebro durante el tiempo de anestesia, mediante el electroencefalograma, observando que las mayores rebajas son con adultos mayores, y ha visto que al usar el mínimo, es más fácil controlar los efectos secundarios como la confusión tras una cirugía por ejemplo.
Ahí es cuando una piensa: ¿Y por qué no se les ocurrió antes?
Fuente: es.noticias.yahoo.com